I. Defender, expandir y consolidar el
bien más preciado que hemos reconquistado después de 200años: la Independencia
Nacional.
El primero de ellos, relativo a la
consolidación de nuestra Independencia, se refiere al conjunto de objetivos nacionales
y estratégicos en los órdenes político, económico, social y cultural,
principalmente, cuyo alcance nos permitirá sentar las bases de la
irreversibilidad de la soberanía nacional.
Contempla
la necesidad de garantizar la continuidad del proceso revolucionario, lo que
implica lograr la más contundente victoria popular en las elecciones
presidenciales del 7 de octubre del 2012. Para ello, la unidad de los
trabajadores y trabajadoras, pequeños y medianos productores y productoras del
campo y la ciudad, así como demás sectores sociales del pueblo, es condición
indispensable. Asimismo, se plantea preservar la soberanía sobre nuestros
recursos petroleros en particular, y naturales en general. Lo anterior, a su
vez, habrá de traducirse en la capacidad fortalecida para manejar soberanamente
el ingreso nacional. Lograr la soberanía alimentaria, desencadenando nuestro
potencial agroproductivo, será otro de las objetivos estratégicos.
De
vital importancia para el logro de este primer gran
objetivo es el pleno desarrollo de nuestras capacidades científico técnicas creando
las condiciones para el desarrollo de un modelo innovador, transformador y
dinámico, orientado hacia el aprovechamiento de las potencialidades y capacidades
nacionales, así como la necesidad de afianzar la identidad nacional y nuestroamericana,
partiendo del principio bolivariano de que la Patria es América”.
Por
último, se incluye en este primer gran objetivo el fortalecimiento del poder
defensivo nacional, consolidando la unidad cívico-militar e incrementando el apresto
operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para la defensa
integral de la Patria.
II. Continuar
construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como
alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello
asegurar la “mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política
y la mayor suma de felicidad” para nuestro pueblo.
En cuanto al segundo gran objetivo histórico,
se prefigura en las formas de construcción del socialismo nuestro para alcanzar
la suprema felicidad social del pueblo, esto pasa, en primer lugar, por
acelerar el cambio del sistema económico, trascendiendo el modelo
rentista petrolero capitalista al modelo económico productivo socialista,
dando paso a una sociedad más igualitaria y justa, umbo al socialismo,
sustentado en el rol del Estado Social y Democrático, de Derecho y de Justicia,
con el fin de seguir avanzando en la plena satisfacción de las necesidades básicas
para la vida de nuestro pueblo: la alimentación, el agua, la electricidad, la vivienda
y el hábitat, el transporte público, la salud, la educación, la seguridad
pública, el acceso a la cultura, la comunicación libre, la ciencia y la
tecnología, el deporte, la sana recreación y al trabajo digno, liberado y
liberador.
Lo anterior se relaciona con la necesaria
promoción de una nueva hegemonía ética, moral y espiritual que nos permita superar los vicios, que aún no
terminan de morir, del viejo modelo de sociedad capitalista. Al res pecto, mención
especial merece el propósito expreso de seguir avanzando en el desarrollo de un
modelo de seguridad pública para la protección de la vida humana y direccionar
una definitiva revolución en el sistema de administración de justicia, para
acabar con la impunidad, lograr la igualdad en el acceso y erradicar el carácter
clasista y racista en su aplicación.
Por último, para el logro de este segundo
gran objetivo es estratégico desatar la potencia contenida en la Constitución
Bolivariana, logrando la irrupción definitiva del nuevo Estado Social y
Democrático, de Derecho y de Justicia, mediante la consolidación y expansión del
poder popular a través de las Misiones y Grandes Misiones Socialistas y el
autogobierno en poblaciones y territorios específicos conformados como Comunas,
entre otras políticas.
III. Convertir
a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro
de la Gran Potencia Naciente
de América Latina y el Caribe, que garanticen
la conformación de una zona de paz en Nuestra América.
El tercer gran objetivo histórico, convertir
a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro
de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que garantice la
conformación de una zona de paz en Nuestra América, se orienta hacia la
consolidación del poderío político, económico y social para lo cual se
requiere, entre otras metas, la definitiva irrupción del Estado Democrático y
Social, de Derecho y de Justicia, y el fortalecimiento de la estabilidad y la paz
de la Nación.
Más allá, esta propuesta histórica incluye el
objetivo estratégico de desarrollar el poderío económico nacional, aprovechando
de manera óptima las potencialidades que ofrecen nuestros recursos. Igualmente,
se propone ampliar el poderío militar para la defensa de la Patria fortaleciendo
la industria militar venezolana, y profundizando la nueva doctrina militar
bolivariana y el desarrollo geopolítico nacional.
Lo cual comprende el compromiso de seguir
des-empeñando un papel protagónico en el proceso de construcción de la unidad
latinoamericana y caribeña, impulsándola Alianza Bolivariana para los Pueblos
de Nuestra América (ALBA) y Petrocaribe, así como dinamizando los nuevos
espacios regionales: la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
IV. Contribuir
al desarrollo de una nueva Geopolítica Internacional en la cual tome cuerpo un
mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del Universo
y garantizar la Paz planetaria.
El cuarto gran objetivo histórico implica
continuar transitando el camino en la búsqueda de un mundo multicéntrico y
pluripolar, sin dominación imperial y con res-peto irrestricto a la autodeterminación
de los pueblos. Por último, plantea la necesidad de seguir sumando esfuerzos
por desmontar el sistema neocolonial de dominación imperial, eliminando o
reduciendo a niveles no vital el relacionamiento económico y tecnológico de nuestro
país con los centros imperiales de dominación, entre otros propósitos.
V. Preservar
la vida en el planeta y salvar a la especie humana.
El quinto de los grandes objetivos históricos
se traduce en la necesidad de construir un modelo económico productivo
ecosocialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza,
que garantice el uso y aprovechamiento racional y óptimo de los re-cursos naturales,
respetando los procesos y ciclos de la naturaleza.
En tal sentido, es necesario ratificar la defensa
de la soberanía del Estado venezolano sobre los recursos naturales vitales.
Este quinto gran objetivo histórico convoca a
sumar esfuerzos para el impulso de un movimiento de carácter mundial para
contener las causas y revertir los efectos del cambio climático que ocurren
como consecuencia del modelo capitalista depredador.
Como es sabido, en las elecciones del 7 de
octubre de 2012, el Comandante Hugo Chávez obtuvo una arrolladora victoria, imponiéndose
por la voluntad del pueblo soberano la aplicación del Programa de la Patria. Tras
su lamentable partida física, el 5 de marzo de 2013, el dolor de las grandes
mayorías nacionales se sublimó en el compromiso de continuar su legado, que tiene
múltiples expresiones materiales y espirituales, que bien pueden sintetizarse
en la construcción del proyecto nacional que se encuentra plasmado en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y en el Programa de la Patria, hoy
transformado en el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la
Nación, tras una segunda victoria electoral de este documento programático, esta
vez bajo el liderazgo del Presidente Nicolás Maduro, quien al momento de
presentar su postulación ante el Consejo Nacional Electoral, alegó: “Vengo hoy,
con el pueblo de Bolívar y de Chávez, a inscribir esta candidatura para defender
los logros conquistados en 14 años de Revolución Bolivariana y ratificar el
testamento político de nuestro Comandante: el Programa de la Patria 2013-2019. En
este día no hago otra cosa que cumplir con la misión que me encomendara el
Comandante Presidente Hugo Chávez Frías como la he venido cumpliendo y como la cumpliré
por amor a su persona y a su obra”.
Así las cosas, una vez ratificado
popularmente el Programa de la Patria en esta involuntaria segunda vuelta
electoral, quedaba pendiente cumplir la voluntad del Comandante Chávez, quien
aspiraba, una vez efectuada su toma de posesión, “entregar a la Asamblea Nacional
el programa completo de gobierno, que sería el II Plan Socialista de la Nación,
2013-2019, para que la Asamblea lo debata y se convierta en Ley de la República
como manda la Constitución Bolivariana”.
En cumplimiento de su voluntad, el Ejecutivo Nacional
ha presentado al órgano parlamentario este documento programático.
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